sexta-feira, 11 de abril de 2014

Calidad y Salud del Suelo o membranas magnéticas de Harina de Rocas?

La conexión entre el SOL y la TIERRA extrapola la influencia de su gravedad y se su órbita anual al calentar y proporcionar energía benigna a microorganismos, plantas y animales. El SOL también emite radiaciones peligrosas: ultravioleta, rayos X, rayos gama, partículas alfa y beta. Pero la radiación en el núcleo de la Tierra crea la ‘magnetosfera’, una membrana protectora de la vida del planeta a esas radiaciones y partículas.

El efecto del campo magnético puede ser observado en la belleza de las auroras boreales, una protección contra la energía y las partículas de la troposfera, así como los rayos cósmicos y otros del SOL. Entonces el Planeta es una gigantesca esfera magnética y todos los seres vivos se adaptan a su campo magnético natural con metabolismo y autopoiesis y evolucionan con las edades de la Tierra.

Todos los seres vivos y su entorno poseen frecuencias y patrones magnéticos propios y reaccionan a estas variaciones y resonancias con la adaptación de sus proteínas. Cada gen, célula, tejido, órgano, sistema, y cuerpo individual sincroniza la información de los ciclos y redes naturales del campo geomagnético, pues toda materia se compone de campos magnéticos resonantes y de fuerza y frecuencias que varían naturalmente.

Toda la célula viva posee una membrana protéica, activa, y protectora. Vivimos en la membrana, que es la superficie del planeta, donde siempre hay presencia de proteínas. Nos alimentamos de las transformaciones en otra membrana, el suelo vivo (microflora, materia orgánica, humus y proteínas), que transforma el carbono del SOL en fuente de alimentos (energía), aire y agua.

(…) El agua y el humus se comportan como membranas al transportar masa y generar un constante flujo de electrones, esenciales para la vida. Pero actualmente las membranas para mantener esta función vital deben enfrentarse al ataque de los fertilizantes químicos sintéticos, de valencia única, que destruyen las membranas enzimáticas y protéicas del suelo.


(...)Por otro lado, la famosa relación C/N (Carbono/Nitrógeno) de la descomposición de la materia orgánica no es más que el paso de un lado a otro de la membrana para extraer energía del hábitat de los microorganismos. Este es el proceso de transformación de la energía libre de la materia orgánica en energía entrópica del humus por efecto del tiempo.

Un suelo con un buen nivel de humus[1] estabiliza su humedad y absorbe mejor la que se encuentra en el aire nocturno. El humus restablece el campo electromagnético natural del suelo y es un excelente protector contra la radiactividad, las contaminaciones químicas y el crecimiento descontrolado de microorganismos. Toda membrana tiene dos caras y cuatro dimensiones físicas: tres espaciales y una temporal que carga la vida.

Las membranas son anteriores a la vida, que se sitúa en la dimensión temporal. Por esta razón toda célula viva necesita de una membrana como interface con el medio ambiente y la energía. El agua presente en el suelo puede estar en la forma ‘gravitacional’ y ser rápidamente arrastrada; pero el agua que queda retenida por la fuerza de la membrana del suelo y por lo tanto está disponible es la que mide la capacidad de campo de un terreno. Por otro lado, en las relaciones de ósmosis (solutos) y presión (sólidos) los microorganismos adaptan la evolución de sus membranas.

Las membranas aumentan la estabilidad del flujo líquido y conservan su energía, lo cual hace posible que las especies se adapten y conquisten nuevas áreas entre el mundo mineral y el agua.  Así, los microorganismos  lentamente otorgan condiciones a las algas y a los líquenes para formar diferentes tipos de suelos. Los mayores formadores de la membrana suelo a partir  de las rocas que meteorizan con su actividad metabólica. (…)

Los fertilizantes químicos solubles son diametralmente opuestos a la harina o polvo de rocas y a la vida en el suelo. Las harinas de rocas brindan condiciones físicas, químicas y biológicas para el metabolismo y la autopoiesis de los microorganismos; los fertilizantes provocan lo contrario. Para comprender esto es necesario saber que una roca durante su génesis forma tantas membranas cuantos minerales la constituyen y cada una de estas membranas aporta las mejores condiciones para que la vida se desarrolle sobre ella. (…)

La teoría sustentada es que la fertilidad de un suelo será mayor sea la diversidad de vida que crece y se alimenta sobre él y dentro de él ( RESTREPO & PINHEIRO, 2009, p.148-163).

RESTREPO, J; PINHEIRO, S. Agricultura Orgánica Harina de rocas y la Salud del Suelo al alcance de todos  Satyaagrafa Junquira Candirú ,Ferivá Ed. Cali Colômbia, 2009



[1] Lo que determina como un buen nivel de humus en el suelo es una mezcla de ácidos húmicos, fúlvicos, himatolelânicos y huminas. El predominio de una o otra forma de humus dependerá Del pH Del suelo, de las condiciones de oxidación y reducción, de La saturación de las bases, Del contenido de residuos orgánicos, de La actividad de os microorganismos y de La relación C/N, y su destrucción será causada por la aplicación de venenos y fertilizantes industriales altamente solubles.

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