Abono orgánico fermentado tipo Bokashi
por JAIRO RESTREPO RIVERA
La palabra bokashi es del idioma
japonés y para el caso de la elaboración de los abonos orgánicos fermentados, significa cocer al vapor los
materiales del abono, aprovechando el calor que se genera con la fermentación
aeróbica de los mismos.
Principales aportes de los
ingredientes utilizados para elaborar los abonos orgánicos fermentados tipo
bocashi y algunas recomendaciones El carbón vegetal mejora las características
físicas del suelo, como su estructura, lo que facilita una mejor distribución
de las raíces, la aireación y la absorción de humedad y calor (energía). Su
alto grado de porosidad de la tierra, al mismo tiempo que funciona con el efecto
tipo “esponja sólida”, el cual consiste en
la capacidad de retener nutrientes útiles a las plantas, disminuyendo la pérdida
y el lavado de éstos en la tierra. Por otro lado, las partículas de carbón
permiten una buena oxigenación del abono, de manera que no existan las limitaciones
en el proceso aeróbico de la fermentación, otra propiedad que posee este
elemento es la de funcionar como un regulador térmico del sistema radicular de
las plantas, haciéndolas más resistentes contra las bajas temperaturas
nocturnas que se registran en algunas regiones. Finalmente, la descomposición
total de este material en la tierra dará como producto final, humus.
Obs:
La uniformidad del tamaño de las
partículas influenciraá sobre la buena calidad del abono que se utilizará en el
campo. Con base en la práctica, se recomien da que las partículas o pedazos de
carbón no sean muy grandes; las medidas son muy variadas y esto no se debe
transformar en una limitante para dejar de elaborar el abono, las medidas desde
medio o un centímetro a un centímetro y medio de largo por un centímetro y
medio de diámetro constituyen el tamaño ideal aproximado. Cuando se desea
trabajar con hortalizas en invernadero sobre el sistema de almácigos en
bandejas, las partículas del carbón a utilizarse en la elaboración del abono
fermentado deben ser menores (semi-pulverizadas o cisco de carbón), pues ello
facilita llenar las bandejas y permite sacar las plántulas sin estropear sus raíces, para luego trasplantarlas definitivamente
al campo.
‘de los estiércoles’
Es la principal fuente de nitrógeno
en la elaboración de los abonos orgánicos fermentados. Su aporte básico consiste
en mejorar las características vitales y la fertilidad de la tierra con
algunos nutrientes, principalmente con fósforo, potasio, calcio, magnesio, hierro, manganeso,
zinc, cobre y boro, entre otros elementos. Dependiendo de su origen, puede
aportar inóculo microbiológico y otros materiales orgánicos en mayor o menorcantidad,
los cuales mejorarán las condiciones biológicas, químicas y físicas del terreno
donde se aplicarán los abonos.
La experiencia desarrollada por
muchos agricultores en toda Latinoamérica viene demostrando que la mejor gallinaza para la
elaboración de los abonos orgánicos es la que se origina de la cría de gallinas
ponedoras bajo techo y con piso cubierto con materiales secos mezclados con
panes de piedra. Ellos evitan el uso de la pollinaza que se origina a partir de
la cría de pollos de engorde, porque presenta una mayor cantidad de agua, es
putrefacta y muchas veces en la misma están presentes los residuos de coccidiostáticos
y antibióticos, los cuales interfieren en muchos casos, en el proceso de la fermentación
de los abonos.
Algunos agricultores han venido
experimentando con éxito la utilización de otros estiércoles de: conejos,
caballos, ovejas, cabras, cerdos, vacas, codornices y patos, para no utilizar
la gallinaza. En algunos casos muy puntuales, la gallinaza o el estiércol puede
ser sustituido en parte o totalmente por harinas de sangre, plumas, hueso y pescado,
esta situación dependerá de las condiciones de la oferta de los materiales en
cada lugar y de las condiciones económicas de cada productor.
‘de la cascarilla de arroz’
Este ingrediente mejora las
características físicas de la tierra y
de los abonos orgánicos,facilitando la aireación, la
absorción de humedad y el filtrado de nutrientes. También beneficia el
incremento de la actividad macro y microbiológica de la tierra, al mismo tiempo
que estimula el desarrollo uniforme y abundante del sistema radical de las
plantas así como de su actividad simbiótica con la microbiología de la
rizosfera. Es, además, una fuente rica en silicio, lo que favorece a los
vegetales, pues los hace más resistentes a los ataques de insectos y enfermedades. A largo plazo, se convierte en
una fuente de humus. En la forma de cascarilla semi calcinada o carbonizada, aporta
principalmente silicio, fósforo, potasio y otros minerales trazos en menor
cantidad y ayuda a corregir la acidez de los suelos.
Obs:
La cascarilla de arroz puede ocupar,
en muchos casos, hasta un tercio del volumen total de los ingredientes de los
abonos orgánicos. Es recomendable para controlar los excesos de humedad cuando
se están preparando los abonos fermentados. Puede ser sustituida por cascarilla
o pulpa de café seca, bagazo de caña o pajas bien secas y trituradas o restos
de cosechas o rastrojos. En algunos casos, y en menor pro porción, los pedazos
de madera o el aserrín también pueden sustituirla, dependiendo del tipo de
madera que los originen, dado que algunas tienen la capacidad de paralizar la actividad
microbiológica de la fermentación de los abonos por las substancias tóxicas que
poseen, principalmente taninos y substancias aromáticas.
‘de la pulidura o salvado de arroz o afrecho’
Es uno de los ingredientes que
favorecen, en alto grado, la fermentación de los abonos, la cual se incrementa por la presencia
de vitaminas complejas en la pulidura o en el afrecho de arroz, también llamado
de salvado en muchos países. Aporta activación hormonal,
nitrógeno y es muy rica en otros nutrientes muy complejos cuando sus carbohidratos
se fermentan. Los minerales, tales como fósforo, potasio, calcio y magnesio
también están presentes.
‘de la melaza de caña, chancaca o piloncillo’
Es la principal fuente energética
para la fermentación de los abonos orgánicos. Favorece la multiplicación de la actividad
microbiológica; es rica en potasio, calcio, fósforo y magnesio; y contiene
micronutrientes, principalmente boro, zinc, manganeso y hierro.
Para lograr una aplicación homogénea de la
melaza durante la elaboración de los abonos orgánicos fermentados, se
recomienda diluirla en una parte del volumen del agua que se utilizará al
inicio de la preparación de los abonos, en muchos casos se viene sustituyendo
por panela, piloncillo chancaca, jugo de caña o azúcar morena.
‘de la levadura o tierra de foresta virgen,
manto forestal y bokashi’
Estos tres ingredientes constituyen
la principal fuente de inoculación microbiológica para la elaboración de los
abonos orgánicos fermentados. Es el arranque o la semilla de la fermentación. Los agricultores centroamericanos,
para desarrollar su primera experiencia en la elaboración de los abonos
fermentados, utilizaron con éxito la levadura para pan en barra o en polvo, la
tierra de floresta o los dos ingredientes al
mismo tiempo. Después, y ya con la experiencia, seleccionaron una buena
cantidad de su mejor abono curtido, tipo bokashi (semilla fermentada), para
utilizar-se lo constantemente como su principal fuente de inoculación,
acompañado de una determinada cantidad
de levadura. Eliminaron así el uso de la tierra virgen de los bosques, evitando
el deterioro del suelo y del manto de los bosques.
Obs: Después de haber logrado elaborar el primer abono fermentado y
ensayarlo con éxito en los cultivos, es recomendable separar un poco de este
abono para aplicarlo como fuente de inoculación en la elaboración de un nuevo abono; puede ir acompañado
con la levadura para acelerar el proceso de la fermentación durante los dos
primeros. Dadas las dificultades para conservar la levedura en barra, por la
carencia de un sistema de refrigeración debido a la falta de energía eléctrica
en muchas zonas rurales, se recomienda usar levadura granulada ya que su
conservación es más fácil.
'de la tierra común'
En muchos casos, ocupa hasta una tercera parte del volumen total del
abono que se desea elaborar. Entre otros aportes, tiene la función de darle una mayor
homogeneidad física al abono y distribuir su humedad; con su volumen, aumenta el
medio propicio para el desarrollo de la actividad microbiológica de los abonos
y, consecuentemente, lograr una buena fermentación.
Por otro lado, funciona
como una esponja, al tener la capacidad de retener, filtrar y liberar gradualmente
los nutrientes a las plantas de acuerdo con las necesidades de éstas.
Dependiendo de su origen, puede aportar variados tipos de arcillas, microorganismos
inoculadores y otros elementos minerales indispensables al desarrollo normal de
los vegetales.
OBS: En algunos casos, es conveniente cernir la tierra con la finalidad de
liberarla de piedras, grandes terrones y maderas. Esta tierra puede ser
obtenida de las orillas del terreno de las vías internas de la propia finca, o
de las orillas de carretera. Las mejores tierras para la elaboración de estos
abonos son las argilosas, porque las mismas facilitan las trocas e la formación
de complexos silicatos y arcillo húmicos junto con la materia orgánica.
‘el carbonato de calcio o la cal agrícola’
Su
función principal es regular la acidez que se presenta durante todo el proceso
de la fermentación, cuando se está elaborando el abono orgánico; dependiendo de
su origen, natural o fabricado, puede contribuir con otros generales útiles a
las plantas. En el medio rural de América Latina, comúnmente se le conoce con
el nombre de cal agrícola o cal dolomítica.
Obs: En muchos casos, los campesinos
vienen sustituyendo este
ingrediente por la ceniza de sus
fogones, presentando excelentes resultados por el aporte de otros elementos
minerales para los cultivos. La utilización de panes de piedra o el reciclaje
del polvo de piedras que sobra en las empresas de la construcción que quiebran
o trituran las mismas, son un excelente material
para remplazar la utilización de la cal agrícola, el empleo de 25 a 50 kilos de
polvo o harina de piedras es una buena medida para ser utilizada por cada
tonelada de abono bokashi que se quiera
preparar.
‘el agua’
Tiene
la finalidad de homogeneizar la humedad de todos los ingredientes que componen
el abono. Propicia las condiciones ideales para el buen desarrollo de la actividad y
reproducción microbiológica, durante todo el proceso de la fermentación cuando
se están elaborando los abonos orgánicos.
Obs: Tanto la falta de humedad como
su exceso son perjudiciales para la obtención final de un buen abono orgánico
fermentado. La humedad ideal del abono se va logrando gradualmente, en la
medida que se incrementa poco a poco el agua a la mezcla de los ingredientes.
La forma más práctica de ir probando la
humedad ideal es por medio de la prueba del puñado o puño, la cual consiste en
tomar con la mano una cantidad de la mezcla y apretarla, de la cual no deberán
salir gotas de agua entre los dedos y se deberá formar un terrón quebradizo en
la mano. Al constatar un exceso de humedad, lo más recomendable es controlarla
aumentándole más cascarilla de arroz o de café a la mezcla o en algunos casos
se le puede agregar más tierra seca al abono.
Para preparar los abonos fermentados
tipo bokashi, el agua se utiliza solamente una vez; no es necesario hacerlo en
las demás etapas del proceso de la fermentación. Finalmente, mientras que agarramos
la práctica de la humedad ideal, inicialmente, es mejor que el abono tienda a seco y no a muy húmedo (RESTREPO, 2009)
LIBRO: MANUAL PRÁCTICO DE AGRICULTURA ORGÁNICA Y PANES DE PIEDRA (RESTREPO,2009, p.22-26)
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