Tremoço Lupinnus albus |
Libro Segundo
Cap.V
'Como se estiercola la
tierra endeble'.
p.59 Sin embargo, antes de binar una tierra endeble
convendrá estiercolarla, porque con ésta especie de alimento toma substancia.
Los montones de estiercol se distribuirán de á cinco modios cada uno, en el llano
más claros, y en la colina más espeso; y será bastante que de montón á montón
haya ocho pies de distancia en todas las direcciones, por lo que hace á las
tierras llanas, y dos menos en las de colina. Y queremos que esto se haga en la
menguante de la luna, pues de este modo se liberan las tierras de yerba. Y la
yugada necesita veinte y cuatro carros de estiércol, cuando se le echa mas
espeso, y diez y ocho cuando se le mas claro. A instante que se haya extendido
el estiércol, convendrá arar la tierra y enterrarlo, no sea que con el calor
del Sol pierda la fuerza; y para que la tierra incorporada con este alimento se
engrase. Y así cuando se echaren los montones de estiércol en un campo, no se
extenderán más que los que puedan enterrar los gañanes en el mismo día.
p.80 (…) Pero para todo terreno que se aniquila
con las cosechas de las legumbres de que he hablado, hay un remedio eficaz, que
es ayudarlas con estiércol, restableciendo con ésta especie de alimento las
fuerzas que ha perdido. Y no se ha de hacer esto solamente por las semillas que
se han confiado á los surcos del arado, sino también por los árboles y arbustos
que se fertilizan en extremo con semejante sustento.
Cap.XV (p.81-82 -84)
‘de las especies de estiércol’
Tres pues, son los principales géneros de estiércol:
el que proviene de las aves, el que proviene de los hombres y el que proviene
de los quadrúpedes.(…) Sin embrago, para los árboles es mas apropósito la orina humana
que hayas dejado añejar por seis meses; si la echares a la vid ó los frutales,
con ninguna otra cosa producen fruto más abundante; y no sólo esto, sino mejora
el gusto y el color del vino y de las
frutas.(…) Y aun también ha sido bastantemente provechoso para los sembrados el
uso de la ceniza y de hollin.
(…)Si con todo eso no encontrare el labrador
ninguna especie de estiércol, le será muy provechoso hacer lo hago que memoria haber
practicado muchas veces mi tío Marco Columela, labrador muy instruido y
aplicado, que á los terrenos arenosos les echaba greda, y a los gredosos y muy
densos arena; y por este médio , no solo excitaba las sementeras á acudir mucho,
sino también formaba unas viñas hermosísimas. Pues decía él mismo que no debía echar
estiércol á las viñas, porque corrompía el gusto del vino, y que era mejor
material para tener vendimias abundantes la tierra amontonada en los muladares,
ó la de los setos; ó finalmente otra cualquiera tomada de otra parte, y traída adonde
se ha de echar.
Por último, lo creo que si el labrador se halla destituido de
todas estas cosas, á lo menos no le faltará el facilísimo recurso de los
altramuces[1];
que si los echa a la tierra acida en los idus de setiembre, los cubre con
arado, y luego los corta en tiempo
oportuno con el mismo, ó con la azada, le servirá como una capa de excelente estiércol.
Cap. XVIII (p.86)
‘Como se cultivan los
prados después de hacerlos formado’
Pero el
cultivo de los prados quiere más cuidado que trabajo. Este cuidado consiste en
primer lugar , en no dejar cepas, ni espinas, ni yerbas que tomen mucho
incremento: arrancando unas antes del inverno por el otoño, como las zarzas, el
monte bajo, y los juncos; otras la primavera, como las chicorias y las espinas
que salen en el solsticio: en no consentir que pazcan en ellos los cerdos,
porque socaban la tierra con el hocico, y levantan los céspedes ; ni tampoco el
ganado mayor, sino cuando el suelo está muy seco, porque no estándolo se les
sumen las pezuñas , pisoteando las yerbas, y cortan sus raíces. Asimismo en socorrer
con estierco el mes de febrero en la creciente de la luna las tierras más
endebles y las que están en pendiente. También se deben recoger las piedras y
si hay algunas cosas que estorben á las guadañas, para sacarlas y llevarlas
lejos, y estorbar la entrada á los demás ganados más temprano o más tarde según
la naturaleza de los sitios.
Cap XXII (p. 91-92)
'De las cosas que se
permiten a los labradores hacer en días feriados, y las que no se les permiten'
Pero , como nuestros mayores han pensado que lo
mismo se debía dar cuenta del descanso que el trabajo, nosotros también creemos
que se ha de advertir a los labradores lo que se deben hacer, y lo que no has
de hacer en los días feriados. Pues hay cosas, como dice el poeta , que permiten el derecho y las leyes ejercer en
los días de fiesta. Ninguna religión a ha prohibido dar corriente á los arroyos
poner seto á una sementera, lazos á los pájaros, ni bañar el rebaño de ganado
lanar en un rio de aguas saludables.
Aunque los pontífices niegan que se pueden
cerrar con setos los sembrados en día de fiesta, y prohíben que se bañen las
ovejas para mejorar la lana, y solo permiten que se haga por medicina, Virgilio previno como era lícito
bañar el rebaño en los días feriados; y por esto añadió que se metieran en el
rio de aguas saludables, pues hay enfermedades por cuya causa es útil bañarlos.
Pero en las festividades también hay trabajos que permiten los ritos de
nuestros mayores: estos son moler la escaña, aviar las teas, hacer velas de
sebo, cultivar la viña arrendada, limpiar y sacar el fango de las piscinas,
balsas y hoyas antiguas, repasar los prados, extender el estiércol, poner él
heno con arreglo en las cámaras, recoger los frutos de los olivares arrendados
, extender las manzanas, las peras y los higos, hacer queso, traer acuestas ó
en mulo de albarda árboles para plantar; pero no se permite traerlos con mulo
uncido á un carro, ni plantar los que se han traído, ni labrar la tierra, ni
podar el árbol y ni aun trabajar en la siembra como no hayas sacrificado antes
un cachorro, ni cortar heno, ni atar los haces de él, ni conducirlos, ni
tampoco es permitido por los ritos de los pontífices hacer la vendimia en días de
fiesta , ni esquilar las ovejas sin haber antes hecho el sacrificio de
cachorro.
También es lícito hacer arrope
y arropar el vino, asimismo lo es coger las uvas y aceitunas para aliñarlas; no
lo es cubrir con pieles las ovejas. Todo lo que hagas en el huerto con respecto
á las hortalizas es permitido. No lo es enterrar un muerto en las fiestas públicas. Marco Porcio
Caton dijo que no hay fiestas algunas para los mulos, los caballos ni borricos.
Y el mismo permite que se unzan los bueyes para traer leña y granos. Nosotros leemos
un los ritos de los pontífices, que no es permitido uncir los mulos en las
fiestas denicales[2]
solamente, y que en las demás lo es. Tengo cierto que algunos, viendo que en este lugar he hecho mención de o
que se suele hacer y omitir en los días de fiesta, desearan que les diga los
ritos que usaron los antiguos en las ilustraciones y demás sacrificios que se
hacen por los frutos de la tierra: yo no reuso el trabajo de enseñarlos, pero
lo dejo para le libro que tengo animo de componer luego que haya escrito todo
lo concerniente á la ciencia del cultivo.
Entretanto daré fin al presente
tratado, para decir en el siguiente libro lo que han enseñado los autores
antiguos sobre las viñas y sobre las vides maridadas á árboles y además lo que
yo mismo he descubierto después. ....sigue
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