segunda-feira, 7 de julho de 2014

Italy y el bio poder!


Divulgar amplia y correctamente el saber y conocimiento popular de la calidad del  estiércol es nuestra misión.

No hay como negar la existencia natural de las biofermentaciones como parte de la evolución de la vida,  inclusive antes y después de nuestra existencia, es negarse así mismo, es perderse en la velocidad temporal de la revolución tecnológica y negar la evolución absoluta de la geología.

Esta ciega y mal intencionada actitud que hace parte de las estrategias de defensa de los intereses de las transnacionales es querer tapar el sol con la mano o  negar la importancia de la rueda en el transporte o es como negar  la importancia de la leche en la fabricación de los quesos.
 ¡Claro¡

Cuando se populariza un conocimiento, como éste, se construye autonomía, esto es, una especie de biopoder local. Es muy lógico y hasta entendemos - lo que no quiere decir que concordemos -, que dentro de  una  economía que todo lo quiere privatizar y globalizar, que cuando un campesino aprende a hacer yogurt, quesos, cerveza, guarapo, masato, chucrute y chicha,  entre otros y pasa  a dominar  los conocimientos prácticos de las fermentaciones para procesar sus alimentos, los intereses del neofascismo agroindustrial se ven afectados.

Si existiera algún peligro asociado a la fermentación del estiércol en la preparación de un biofertilizante, este no provendría, necesariamente, de su utilización o de su fermentación, sino más bien del origen del estiércol, de la forma como se hubieran manipulado los materiales y de cómo se hubiera realizado el control de calidad, tanto del proceso como del producto final.

A propósito, si lo que cuestionan estos organismos en relación a la preparación de los biofertilizantes es la calidad de los mismos, entonces manos a la obra. Le corresponde a los Estados , desde el área de la salud y la agricultura a escala local y internacional, estabelecer los parámetros populares y de domínio público para que los campesinos de todo el mundo aprendan a preparar una buena fermentación de sus desperdicios orgánicos. de forma segura y eficiente, y así se independizando de la compra de los fertilizantes que les ha creado dependencia y pobreza económica.

Fuente: el texto “EL BIOPODER DE LA MIERDA DE VACA Y LA CONSTRUCCIÓN DE UN MUNDO DEMOCRÁTICO EN LAS MANOS DE LOS CAMPESINOS” (RESTREPO& PINHEIRO, 2009)


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